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Imágenes de los fotorreceptores de cono más pequeños en la
retina, de aproximadamente 2 micras de ancho. Se añadió coloración para
representar las diferentes longitudes de onda de luz utilizadas para capturar
las imágenes después de compensar la aberración cromática. Crédito: Xiaoyun
Jiang, Ramkumar Sabesan, Universidad de Washington.
Las aberraciones individuales y únicas de cada ojo hacen que
sea difícil estudiar cómo las personas perciben el mundo, pero también crean un
impedimento para obtener imágenes del ojo con precisión en busca de signos de
enfermedad. Dado que el equipo de imágenes oculares tiene que mirar a través de
las lentes imperfectas de nuestros ojos, las imágenes resultantes también
terminan siendo imperfectas.
La mayoría de los equipos de oftalmología ya cuentan con
tecnología para corregir las aberraciones monocromáticas, que no dependen del
color. Sin embargo, las aberraciones cromáticas, que cambian según la longitud
de onda de la luz que se usa, todavía no se tienen en cuenta y crean un
impedimento para muchos estudios del ojo.
Investigadores de la Universidad de Washington han
desarrollado un sistema que compensa las aberraciones ópticas cromáticas de
cada ojo y proporciona imágenes sin precedentes que ayudarán a los científicos
a estudiar cómo percibimos los colores mientras mejoramos la capacidad de los
médicos para diagnosticar y controlar la enfermedad. Además, la misma
tecnología ha permitido obtener imágenes de células sensibles a la luz dentro
del ojo a diferentes longitudes de onda de luz, lo que resulta en evaluaciones
precisas de las aberraciones cromáticas longitudinales, un tema poco estudiado.
Los investigadores ya han integrado su tecnología en dos
instrumentos oftálmicos existentes y los han probado con voluntarios humanos,
demostrando mejoras significativas en la calidad de imagen.