Saber si los pacientes realmente sufrirán dentro de las máquinas de resonancia magnética sigue siendo un desafío.
Las máquinas de resonancia magnética usadas hoy en día en
los hospitales están generalmente limitadas a tener campos magnéticos no más
fuertes que 3 Tesla. Esto se debe en parte a que un campo magnético resonante
superior puede, en ciertos casos, calentar los tejidos vivos y causar daños
permanentes. Pero, saber si los pacientes realmente sufrirían dentro de
poderosas máquinas de resonancia magnética sigue siendo un desafío.
Los investigadores de la Universidad de Purdue han
construido un simulador de pacientes que estima los efectos que una potente
máquina de resonancia magnética (7 Tesla) tendría en diferentes tejidos
mamarios. La investigación puede ayudar a que las llamadas máquinas de IRM de
campo alto sean más comunes en los hospitales a la vez que aumenta la precisión
diagnóstica de los resultados obtenidos de estas máquinas.
Los investigadores simularon 20 tipos diferentes de tejido
mamario y evaluaron la cantidad de calor localizado que se generaría dentro de
los tejidos escaneados. Cuanto más denso es el tejido, más calor hace, ya que
es capaz de absorber más de las ondas electromagnéticas que lo golpean.
Si bien este estudio no es lo suficientemente concluyente
como para comenzar a implementar resonancias magnéticas de campo alto,
proporciona una herramienta de código abierto para que otros investigadores
puedan estudiar más el tema. Además, la tecnología puede ayudar a brindar a las
poderosas máquinas MRI capacidades terapéuticas, no solo diagnósticas. Esto se
debe a que el calor generado en los tejidos afectados por MRI, si se aprovecha
y se dirige adecuadamente, puede terminar sirviendo como una herramienta no
invasiva para matar tumores profundamente arraigados.