La tecnología tiene el potencial de proporcionar la potencia necesaria a los dispositivos médicos que requerirá la próxima generación de dispositivos multisensor que consumen mucha energía.
Los investigadores del Instituto Fraunhofer para la
confiabilidad y la microintegración en Alemania han desarrollado una forma de
empaquetar baterías densas en dispositivos flexibles, como pulseras o
dispositivos portátiles.
Los investigadores han construido un prototipo de pulsera
que tiene una capacidad de 300 miliamperios por hora y 1.1 vatios por hora,
mientras que pierden menos del tres por ciento de su carga en un año. Al usar
esto, se puede proporcionar mucho más poder durante tiempos más prolongados a
los relojes inteligentes y dispositivos portátiles, que en su mayoría están
limitados en estos días por uno o más factores como la vida útil, la calidad de
la pantalla, la capacidad de detección y las capacidades inalámbricas.
Además, dado que la batería sirve como correa, hay más
espacio dentro de los dispositivos como los relojes inteligentes que pueden
asignarse a dispositivos electrónicos adicionales, lo que los hace aún más
potentes.