El nuevo producto permite a los pacientes con dolor con el
dispositivo implantado SynchroMed II administrar un bolo del medicamento en sus
cuerpos, precisamente cuando sea necesario. El médico del paciente puede
establecer límites sobre la cantidad de medicamento que se puede administrar en
un período de tiempo determinado, además de la dosis diaria de terapia
automática. El dispositivo SynchroMed II se implanta debajo de la piel y está
diseñado para administrar medicamentos en el espacio intratecal.
El nuevo myPTM es sólo una aplicación instalada en un teléfono
inteligente Samsung J3. El teléfono inteligente se conecta de forma inalámbrica
con la bomba SynchroMed II y la aplicación se puede usar para activar el uso de
dosis preestablecidas. Todos los eventos de administración de medicamentos se
guardan y pueden rastrearse dentro de la aplicación, además de ser vistos por
el médico del paciente. Si se alcanza el límite diario del medicamento, el
paciente no podrá volver a dosificar hasta el día siguiente.
"Nos estamos esforzando por simplificar la terapia de
administración de medicamentos dirigida para hacerla más accesible", dijo
Charlie Covert, vicepresidente y gerente general del negocio de administración
de medicamentos dirigidos, parte del Grupo de terapias restaurativas en
Medtronic. “El flujo de trabajo de control y el programador clínico brindan a
los médicos herramientas para administrar la terapia de manera efectiva, y el
myPTM ofrece opciones personalizadas de alivio del dolor para los pacientes. A
medida que continúa la crisis de los opioides, la Misión Medtronic nos inspira
a continuar innovando y ampliando el acceso a la atención de pacientes que
pueden beneficiarse de nuestras terapias, que tienen el potencial de eliminar
la necesidad de opiáceos orales".
Medtronic cree que su tecnología puede ayudar a abordar la
dependencia de los opioides en la que han estado cayendo últimamente muchos
pacientes. En un estudio reciente de pacientes que pasaron de los opiáceos
sistémicos a un sistema de administración de fármacos dirigido, se demostró que
el 84 por ciento de los pacientes pudieron abandonar completamente los opiáceos
sistémicos.