La enfermedad mental puede ser muy difícil de diagnosticar
en muchos casos, ya que los síntomas pueden ser invisibles para los médicos y
los que lo son pueden ser engañosos. Los métodos objetivos que no se basan en
una observación directa ayudarían a mejorar el diagnóstico.
Los investigadores de Draper, la famosa empresa de
ingeniería en Cambridge, Massachusetts, han desarrollado un sistema que
consiste en una serie de sensores diferentes que trabajan en conjunto para
analizar diversos signos vitales y parámetros físicos para ayudar a detectar,
diagnosticar y monitorear las condiciones de salud mental. Los sensores
incluyen auriculares, muñequeras y una pulsera de tobillo.
El sistema realiza un seguimiento de la frecuencia cardíaca
de una persona, los niveles de sudoración, la frecuencia respiratoria y el
diámetro de las pupilas. Estos datos se reúnen y se analizan mediante
algoritmos informáticos, que probablemente aún necesiten más trabajo, para brindar
al médico una guía básica.
