Los dispositivos médicos implantables que interactúan íntimamente
con el cuerpo humano a menudo están sujetos a la respuesta de cuerpo extraño
(FBR) del sistema inmunitario. Esto crea cicatrices alrededor de los implantes,
reduciendo su funcionalidad con el tiempo. Los científicos del MIT han
desarrollado una forma de integrar medicamentos inmunosupresores cristalizados
en dispositivos implantables para que no haya una reacción inmunitaria
localizada grave.
"Desarrollamos una formulación de fármaco cristalizada
que puede dirigirse a los actores clave involucrados en el rechazo del
implante, suprimiéndolos localmente y permitiendo que el dispositivo funcione
por más de un año", dijo Shady Farah, un MIT y postdoctorado del Boston
Children's Hospital. Autor del estudio publicado en Nature Materials.
Como prueba de concepto, el equipo utilizó sus cristales de
fármacos para proteger las células de los islotes encapsulados que se están
investigando como una opción de tratamiento para la diabetes tipo 1. Estos se
implantaron en roedores y monos, sobreviviendo durante al menos 1.3 años y seis
meses, respectivamente.
La cristalización del inmunosupresor permitió que los
investigadores lo concentraran densamente, haciendo que todo el paquete fuera
pequeño y práctico de usar. Debido a que los cristales tardan en disolverse,
permite que el enfoque funcione durante meses a la vez. Al mediar en la forma y
el tamaño de los cristales, los investigadores pudieron controlar durante
cuánto tiempo funcionará el mecanismo.
"Demostramos que las drogas se liberaron muy lentamente
y de forma controlada", agregó Farah. "Tomamos esos cristales, los
colocamos en diferentes tipos de dispositivos y demostramos que con la ayuda de
esos cristales, podemos permitir que el dispositivo médico esté protegido
durante mucho tiempo, permitiendo que el dispositivo siga funcionando".