Investigadores de la Universidad Politécnica de Milán, en
Italia, y el Hospital Universitario de Basilea, en Suiza, han desarrollado un
chip microfluídico que contiene cartílago, que puede ser sometido a estrés
mecánico. El procedimiento imita las condiciones de la osteoartritis y podría
ayudar a desarrollar nuevos tratamientos.
La osteoartritis es relativamente común entre las personas
mayores de 60 años, con el 20% de las mujeres y el 10% de los hombres que
sufren sus efectos a esta edad. Sin embargo, quizás sorprendentemente, no hay
medicamentos disponibles que puedan detener o revertir el proceso, siendo los
cuidados paliativos o la cirugía las únicas opciones disponibles.
Faltan modelos experimentales que reflejen con precisión las
condiciones mecánicas y fisiológicas que contribuyen a la osteoartritis. Esto
puede ser la base del fracaso de los investigadores para desarrollar
medicamentos que puedan tener un impacto real en la afección. En la actualidad,
la mayoría de las investigaciones sobre la osteoartritis se realizan utilizando
explantes de cartílago, que son inducidos a producir una respuesta inflamatoria
a través de la exposición a sustancias proinflamatorias.
Sin embargo, esto no modela con precisión los fenómenos
mecánicos que se producen en la osteoartritis, donde el desgaste mecánico del
cartílago en las articulaciones provoca degeneración e inflamación a largo
plazo. Este nuevo chip microfluídico produce estrés mecánico en el cartílago
cultivado dentro de él para imitar con mayor precisión el proceso que ocurre en
la osteoartritis.
Una capa de actuación dentro del chip permite la compresión
del cartílago, y esto conduce a inflamación, hipertrofia y degeneración, todo
lo cual se observa en la osteoartritis. Los investigadores esperan usar el chip
para detectar nuevos medicamentos que puedan detener o incluso revertir este
proceso, y que podrían marcar una diferencia significativa para los pacientes
con osteoartritis.