Los sensores flexibles para el cuerpo que se ajustan a la
piel tienen un gran potencial para monitorear la salud del paciente, realizar
estudios a largo plazo y brindar a los consumidores una forma de rastrear su
ejercicio y su salud en general. Aunque en el pasado se desarrollaron monitores
de cuerpo flexibles con forma de adhesivo, todos involucraron chips
electrónicos rígidos y baterías. Por lo tanto, aunque son flexibles y se pueden
usar en la piel, todavía son bastante voluminosos y requieren recarga.
Un equipo de la Universidad de Stanford, en California,
EE.UU. ha desarrollado sensores adhesivos altamente flexibles que no tienen
chips electrónicos integrados ni ningún otro componente rígido. Funcionan con
dispositivos de radiofrecuencia cercanos que se pueden integrar en la ropa. Los
adhesivos obtienen suficiente electricidad para activar su mecanismo de
detección y también para transmitir las lecturas a los dispositivos integrados
en la ropa.
Los adhesivos se basan en una modificación de la tecnología
de identificación por radiofrecuencia, que aprovecha las antenas flexibles y
compensa el movimiento para generar altas velocidades de transmisión de datos a
bajos voltajes. Llamada BodyNet, la tecnología ya se ha probado con éxito en la
detección del pulso y la frecuencia respiratoria cuando se aplican las
pegatinas en la muñeca y el abdomen. Al colocar los mismos adhesivos sobre los
codos y las rodillas se obtienen datos sobre el movimiento de esas
articulaciones.
Ya se está trabajando en otras capacidades de detección,
incluida la detección de temperatura, sudor y otras secreciones corporales, que
pueden ayudar a controlar el rendimiento deportivo y el estrés. Se espera que
esta tecnología pueda reemplazar el paradigma actual de dispositivos portátiles
que sólo se pueden colocar en muy pocas partes del cuerpo y que proporcionan
datos limitados para la acción. "Creemos que algún día será posible crear
una matriz de sensores de piel de cuerpo completo para recopilar datos
fisiológicos sin interferir con el comportamiento normal de una persona",
dijo Zhenan Bao, uno de los líderes de la investigación.
Actualmente, las etiquetas de los sensores y los receptores
a través de los cuales transmiten sus lecturas deben mantenerse bastante cerca,
lo que requiere una por cada etiqueta. Los investigadores de Stanford planean
superar esto con antenas tejidas en la ropa que puedan comunicarse mejor con
los sensores.