jueves, 26 de septiembre de 2019

MEDICIÓN DE NIVELES DE DOLOR MEDIANTE ESPECTROSCOPÍA FUNCIONAL


Saber cuánto dolor tiene un paciente puede ayudar a los médicos a diagnosticar una afección, comprender el curso de una enfermedad y establecer un curso para el tratamiento. Si bien simplemente escuchar a los pacientes funciona bastante bien para la población general, las personas inconscientes y no comunicativas no son evaluadas adecuadamente con demasiada frecuencia.

Investigadores del MIT, Harvard y hospitales cercanos a estos centros, han ideado lo que creen que es un método objetivo para medir el dolor que experimentan los individuos al usar una técnica de imagen no invasiva. Están utilizando una espectroscopía funcional de infrarrojo cercano para mirar dentro de la corteza prefrontal del cerebro y evaluar la cantidad de actividad que ocurre dentro. Específicamente, la tecnología mide la cantidad de hemoglobina oxigenada, que es indicativa de la actividad neuronal subyacente.

Los sensores se colocan en la frente para registrar la actividad, pero analizar esos datos no implica simplemente detectar niveles de actividad más altos, ya que el dolor genera patrones de actividad específicos. Para superar esto, el equipo usó métodos de aprendizaje automático para identificar el tipo de actividad cerebral que es indicativa de dolor, y lo usó como un marcador biológico del dolor. En su estudio, el equipo pudo identificar que un individuo experimentaba dolor con un 87% de precisión, lo cual ya es un logro notable.

Se necesitará más investigación para confirmar esta tecnología en la práctica clínica y si es beneficiosa para pacientes inconscientes, no comunicativos e incluso pediátricos. Sin embargo, no se puede exagerar el potencial para el análisis objetivo del dolor como una herramienta clínica importante.
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Autor: verified_user