La terapia fotodinámica es una técnica que se basa en
productos químicos fotosensibilizadores para generar especies reactivas que
matan las células cancerosas. Estos compuestos pueden administrarse a los
tumores y luego se usa luz para activarlos. Una de las principales razones de
la lenta adopción de esta tecnología es que los tumores generalmente carecen de
oxígeno y los fotosensibilizadores desarrollados hasta la fecha requieren la
presencia de grandes cantidades de oxígeno.
Un equipo internacional de investigadores ha desarrollado un
nuevo compuesto, basado en iridio, que funciona en entornos con poco oxígeno y
ataca un importante proceso metabólico dentro de las células. La capacidad, si
se confirma en estudios clínicos, puede tener consecuencias significativas para
combatir una variedad de tipos de tumores. Además, los investigadores creen que
su enfoque también puede estimular al cuerpo a desarrollar una reacción inmune
que proteja a los pacientes de la recurrencia de otros cánceres similares.
El compuesto de iridio trabaja para destruir la coenzima
nicotinamida adenina dinucleótido (NADH) al destruirla catalíticamente o
cambiarla a su forma oxidada. NADH es una parte importante de los procesos de
generación de energía celular, por lo que atacarlo efectivamente priva a las
células cancerosas.
"Las drogas pueden matar las células cancerosas
inicialmente, pero con el tratamiento repetido las células se vuelven
resistentes, aprenden a modificar químicamente la droga o contrarrestar su
mecanismo de acción", dijo Peter Sadler, uno de los desarrolladores de
nuevo compuesto y el profesor de la Universidad de Warwick, ubicada en
Inglaterra.
Los investigadores están buscando formas novedosas en las
cuales la célula cancerosa morirá. Si se han vuelto resistentes a otros
medicamentos contra el cáncer, pueden no ser resistentes a este tratamiento
porque la forma en que mata las células cancerosas es diferente. Hay un interés
creciente en reducir los efectos secundarios del tratamiento del cáncer tanto
como sea posible y cualquier cosa que pueda ser selectiva en lo que apunta
ayudará con eso.
“El compuesto que hemos desarrollado no sería muy tóxico en
absoluto, se lo daríamos a las células cancerosas, le daríamos un poco de
tiempo para que fuera absorbido, luego lo irradiaríamos con luz y lo
activaríamos en esas células. Es de esperar que la muerte de esas células cancerosas
ocurra muy rápidamente en comparación con los métodos actuales" añadió el
profesor Peter Sadler. MH