El sistema se basa en el principio de que la hemoglobina, que transporta el oxígeno en la sangre, absorberá la luz del infrarrojo cercano.
Luciole Medical, una compañía de tecnología médica con sede
en Suiza, ha desarrollado sensores de infrarrojo cercano que pueden evaluar los
niveles de oxigenación de los tejidos y el flujo sanguíneo cerebral mediante la
medición de la hemoglobina oxigenada y desoxigenada. Los sensores incluyen un
parche en la piel, que mide el flujo sanguíneo cerebral y la saturación de
oxígeno en pacientes que se someten a cirugía, y una sonda mínimamente invasiva
que controla a los pacientes con lesiones cerebrales graves o hemorragia
cerebral.
El flujo sanguíneo cerebral y la oxigenación son cruciales
para la función cerebral normal. La reducción de la oxigenación cerebral puede
tener efectos significativos, como parálisis, deterioro del habla, deterioro
cognitivo y muerte. Es importante monitorear estos parámetros en pacientes
vulnerables, como aquellos que han sufrido una lesión cerebral o aquellos que
están anestesiados. La obtención rápida de dichos datos clínicos puede ayudar a
los médicos a diagnosticar y tratar una variedad de problemas.
Para solucionar este problema, Luciole Medical ha utilizado
tecnología de infrarrojo cercano en dos tipos diferentes de sensores. El
sistema se basa en el principio de que la hemoglobina, que transporta el
oxígeno en la sangre, absorberá la luz del infrarrojo cercano. La luz puede
penetrar en los tejidos biológicos, y luego es absorbida por la hemoglobina
oxigenada y desoxigenada, lo que permite al sensor calcular sus concentraciones
en el tejido.