Después de que se descubre un cáncer en un paciente, el
mayor temor es que metastatizará en otras partes del cuerpo. No hay nada que
los médicos puedan hacer para alterar la capacidad de un cáncer de eliminar
células tumorales que pueden viajar fácilmente lejos de su lugar de nacimiento.
Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio han descubierto que los campos
electromagnéticos de baja intensidad se pueden usar para detener la capacidad
de las células cancerosas de extenderse por el cuerpo.
Lo que es particularmente notable, y con suerte formará la
base para un futuro dispositivo médico, es que las células cancerosas cambian
su comportamiento no sólo dependiendo de la fuerza del campo electromagnético, sino
también de su orientación.
El equipo utilizó una bobina Helmholz para generar campos
electromagnéticos controlados y exponerles varios tipos de células de cáncer de
mama. Un microscopio permitió a los investigadores monitorear el movimiento de
las células, a través del cual descubrieron cómo varios campos afectaron el
comportamiento de la propagación celular.
Las células de cáncer de mama triple negativo, que
actualmente son muy difíciles de combatir con los métodos existentes, en
realidad eran las más sensibles a los campos electromagnéticos. Quizás la
tecnología algún día se use para localizar eficazmente los cánceres en el lugar
y prevenir su propagación, al tiempo que se crea más tiempo para administrar la
terapia para matar el tumor inicial.