Los brazos protésicos eléctricos convencionales de hoy suelen
tener algunos electrodos incorporados que hacen contacto con la piel del
paciente. Estos son lo suficientemente buenos como para abrir y cerrar una
garra simple, pero para un control más matizado de las prótesis con múltiples grados
de libertad y dedos individuales, se requiere un mejor enfoque. Los electrodos
implantables pueden reunir mucha más información de las señales eléctricas
alrededor del muñón, pero requieren cables que sobresalgan a través de la piel,
una limitación importante.
La Universidad de Medicina de Viena, Otto Bock Healthcare
Products, la Fundación Alfred Mann y el Imperial College London se han unido
para desarrollar un sistema inalámbrico implantable que permitió a tres amputados
usar brazos robóticos de formas imposibles con electrodos externos.
Los investigadores de la Universidad de Medicina de Viena
implantaron electrodos cerca de nervios y músculos importantes dentro de los
muñones de los tres voluntarios, lo que les permitió reunir señales mucho más
fuertes e interpretarlas adecuadamente. Después de seguir a los amputados
durante más de dos años, los investigadores notaron una capacidad mucho mejor
para usar brazos protésicos motorizados y hacerlo con mayor intuición. Además,
la rehabilitación fue más fácil y rápida en comparación con las soluciones
existentes porque no hay necesidad de colocar y alinear electrodos ni de tanto
trabajo para adaptarse al sistema.
Adaptar los enchufes también fue más fácil ya que no es
necesario tener en cuenta los electrodos y el sudor no afectó la calidad de las
señales obtenidas. A los tres amputados les encantó el nuevo sistema y
quisieron continuar usándolo, lo cual es muy prometedor ya que la mayoría de
las prótesis eléctricas existentes todavía carecen en muchos aspectos.