Echosens es una compañía de dispositivos médicos con sede en
París, Francia, que se centra en el diagnóstico de enfermedades hepáticas. Su
tecnología, llamada FibroScan, utiliza ondas ultrasónicas para medir de manera
no invasiva la elasticidad y absorción del hígado. Estas mediciones pueden
informar a los equipos de atención médica sobre la cantidad de tejido
cicatricial y contenido graso en el hígado de un paciente. El FibroScan se usa
ampliamente en 80 países y Echosens planea expandirse aún más.
En lo que respecta a la enfermedad hepática, Echosens se ha
utilizado para evaluar dos enfermedades importantes: hepatitis B y C. Echosens
también ha contribuido al desarrollo de los medicamentos para tratar estas dos
enfermedades. Para llegar al siguiente nivel, la compañía colabora con la
industria farmacéutica y biotecnológica para tratar la enfermedad del hígado
graso no alcohólico (NAFLD) y la esteatohepatitis no alcohólica (NASH), que son
difíciles de tratar en la actualidad.
“La enfermedad hepática está directamente asociada con una
serie de patologías como la obesidad, la diabetes y las enfermedades
cardiovasculares. Desafortunadamente, la prevalencia de la enfermedad hepática
es muy alta. “Tenemos potencialmente docenas de millones de pacientes que
necesitarán someterse a un examen de algún tipo para evaluar su salud hepática.
Por lo tanto, FibroScan es el camino a seguir y creo que a medida que
avanzamos, los médicos tendrán la obligación de brindar una respuesta a estos
pacientes y poder evaluar la salud del hígado. Con la aparición de NAFLD y NASH,
los médicos tendrán más obligación de poder evaluar a los pacientes y evaluar
si necesitan tratamiento o no. Como estamos hablando de una enfermedad
metabólica, los pacientes deben ser monitoreados para verificar la eficacia del
tratamiento.” Informó Dominique Legros, CEO global de Echosens.