La barrera hematoencefálica es casi impenetrable para la
mayoría de los medicamentos y los medios de contraste, lo que dificulta el
diagnóstico y el tratamiento de enfermedades que afectan al cerebro.
Investigadores del Instituto Max Planck para la Investigación de Polímeros ubicado
en Alemania, han desarrollado una forma de usar nanodiamantes recubiertos con
un biopolímero para penetrar a través de la barrera hematoencefálica y
administrar terapias, así como crear la posibilidad de una nueva forma de
imágenes cerebrales.
Los nanodiamantes, que no son más que carbono, son bastante
biocompatibles, pero son difíciles de trabajar ya que no son reactivos y no se
unen a la mayoría de las cosas. Al recubrir los nanodiamantes con un polímero
basado en la proteína de albúmina sérica, se puede hacer que el compuesto se
una a los medicamentos y se absorbe fácilmente a través de la barrera
hematoencefálica.
Para hacer que los nanodiamantes sean útiles para obtener
imágenes cerebrales, el equipo creó defectos de un solo átomo al reemplazar un
átomo de carbono con uno de nitrógeno. Esto hizo que los pequeños diamantes
parpadearan radicalmente cuando se los expuso a la luz láser, pero también hizo
que los nanodiamantes fueran visibles en las imágenes de resonancia magnética.
La técnica ya ha sido probada en ratones de laboratorio, sin
ningún daño notable en la barrera hematoencefálica, pero la tecnología aún se
encuentra en las primeras etapas y queda mucho trabajo antes de utilizar
nanodiamantes para aplicaciones neurológicas en el espacio clínico.