Una variedad de técnicas y tecnologías de imagen, como la
optogenética, podría beneficiarse de los dispositivos que pueden emitir luz
láser visible desde el interior de los tejidos. Los láseres convencionales son
demasiado grandes, mientras que los nanolasers tienden a ser ineficientes, se
calientan demasiado y, por lo general requieren luz ultravioleta dañina para
alimentarlos.
Investigadores de las universidades de Northwestern en
Illinois y Columbia en Nueva York, EE.UU. han desarrollado un nanolaser que
puede ser alimentado por luz infrarroja segura y de penetración profunda
mientras emite luz visible. El dispositivo, de menos de 150 nanómetros de
ancho, utiliza la conversión ascendente para capturar múltiples fotones de baja
energía (infrarrojos) y convertirlos en un solo fotón con una energía más alta
(luz visible).
El láser es en realidad más pequeño que la longitud de onda
de la luz que genera y, por lo tanto, es transparente. Solo la luz que produce
es visible, algo que puede ser ventajoso para las imágenes biológicas. El
dispositivo se compone principalmente de vidrio, un material biocompatible, y
puede usarse no sólo para obtener imágenes del interior de los tejidos
profundos, sino también para estimular las células genéticamente modificadas
ópticamente sensibles como una opción terapéutica para los trastornos
neurológicos.