Las almohadillas eléctricas son muy populares para aliviar
dolores y molestias menores. Son bastante baratos y fáciles de usar, pero la
distribución del calor es desigual y las almohadillas tienden a ser grumosas o
completamente rígidas. Usarlos mientras se camina no es práctico, ya que no se
envuelven bien alrededor de las articulaciones y tienden a ser demasiado
gruesas y voluminosas. Los investigadores del Instituto Nacional de Ciencia y
Tecnología de Ulsan han desarrollado un tejido especial que proporciona calor
uniforme y bien regulado en un factor de forma muy flexible y adaptable.
Modificaron el Kevlar, el material con el que están hechos
la mayoría de los chalecos antibalas, con nanocables de cobre y níquel
colocados dentro de sus capas. Una resina con óxido de grafeno reducido llena
el espacio entre los nanocables, de modo que cuando se calientan, el calor se
distribuye de manera uniforme. Con sólo 1,5 voltios de electricidad, el
material se calienta rápidamente hasta 158 grados Fahrenheit de manera uniforme
a lo largo de su superficie.
Un beneficio adicional del nuevo material es que funciona
como un excelente aislante, reflejando el calor que el cuerpo emite hacia sí
mismo. Al estar basado en Kevlar, es ciertamente fuerte, lavable y transpirable.
Teniendo estas cualidades, los investigadores creen que tienen el material
perfecto para la armadura térmica que la policía que trabaja en climas fríos
puede usar durante el invierno.