Una colaboración de investigación entre científicos en
Singapur, Rusia y el Reino Unido ha desarrollado una forma de construir
pequeñas microcámaras que pueden liberar medicamentos cuando se activan con la
luz.
Las microcámaras se empaquetan juntas en arreglos implantables
que, cuando se iluminan con luz infrarroja cercana, se abren y dejan que todo
lo que está dentro fluya. Se fabrican a partir de una mezcla de polímeros y
óxido de grafeno utilizando dos técnicas llamadas litografía por nanoimpresión
y ensamblaje capa por capa, ambas perfeccionadas en la Agencia para la Ciencia,
Tecnología e Investigación (A * STAR) en Singapur.
La longitud de onda de la luz que se utiliza para abrir la
cámara es lo suficientemente segura para fines terapéuticos, no calienta ni
daña el tejido en el camino hacia el implante. "Esta luz del infrarrojo
cercano es la manera perfecta de desencadenar la liberación del fármaco, ya que
tiene la máxima penetración en los tejidos biológicos", dijo Maxim
Kiryukhin del Instituto A * STAR de Investigación e Ingeniería de Materiales.
Este trabajo aún está en progreso y queda un largo camino
por recorrer antes de que llegue a la etapa clínica, pero el principio es
emocionante y puede permitir el suministro oportuno a largo plazo de varios
medicamentos para muchas enfermedades.