Se han desarrollado varios materiales de autolimpieza, pero
estos requieren que se modifique su superficie química o topografía, lo cual no
es susceptible de diversos materiales. El nuevo enfoque se puede aplicar a
varios sustratos, como vidrio, papel, caucho o sílice, utilizando una técnica
de evaporación con solvente.
Los investigadores comienzan con una red hexagonal 2D de
disulfuro de molibdeno (MoS2), crean defectos a escala atómica y luego cubren
el nanomaterial en varios sustratos utilizando la evaporación del disolvente.
Su estudio demostró que su técnica puede hacer que el papel, el caucho y el
vidrio repelen el agua. Además, realizaron un experimento de cultivo celular y
demostraron que las células y las proteínas no podían adherirse a la
superficie, lo cual es prometedor para las aplicaciones biomédicas.