El mareo es una condición común, pero sus causas subyacentes
pueden ser muy difíciles de diagnosticar. Por lo general, es impredecible y no
dura mucho tiempo, por lo que para cuando un paciente le presenta al médico
todo sale como normal. La detección de nistagmo (movimientos oculares
incontrolados) es una forma bastante confiable de diagnosticar trastornos
vestibulares periféricos, pero la aleatoriedad y la rareza del mareo dificultan
la detección del nistagmo.
Un equipo de la Universidad de East Anglia, en Norwich, Reino Unido, ha
desarrollado un dispositivo portátil, llamado Evaluación Vestibular Ambulatoria
Continua (CAVA), que es capaz de detectar con precisión el nistagmo sin mirar
directamente al ojo. Cuenta con sensores de electrodos que se adhieren al
costado de la cara y que pueden detectar las señales eléctricas que emanan del
globo ocular. Estas señales se analizan utilizando un algoritmo especialmente
desarrollado para identificar instancias de nistagmo.
Además de detectar el movimiento de los ojos, el dispositivo
también tiene un acelerómetro incorporado para seguir continuamente la posición
de la cabeza. Esto proporciona datos más procesables sobre la condición del
paciente y puede usarse para ajustar aún más el algoritmo de detección.
Cuando se probó con la ayuda de médicos en el Hospital de la
Universidad de Norwich, el CAVA fue 99% preciso al detectar nistagmo cuando se
indujo artificialmente. Además, fue usado por hasta un mes por un grupo de 17
voluntarios sanos de quienes los investigadores afirman haber reunido el mayor
conjunto de datos de movimientos oculares continuos.