La compañía estadounidense OtoNexus Medical Technologies posee
un chip CMUT exclusivo de Fraunhofer IPMS que se basa en tecnología de
ultrasonido. El diagnóstico de infecciones del oído medio es propenso a una
gran subjetividad. Los antibióticos son la opción de tratamiento típica, se
tratan demasiados pacientes que en realidad no están infectados. Esto puede
provocar el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos y una serie de
otros problemas.
Investigadores del Instituto Fraunhofer para Microsistemas
Fotónicos IPMS en Alemania han desarrollado un nuevo transductor de ultrasonido
que puede integrarse en los otoscopios existentes para proporcionar una visión
más clara del oído medio y permitir a los médicos diagnosticar mejor las
infecciones internas. El equipo de Fraunhofer ahora se ha asociado con OtoNexus
Medical Technologies, una compañía con sede en Seattle, Washington, para
integrar su transductor en un otoscopio y ver si funciona en un ensayo clínico.
Los otoscopios convencionales proporcionan un panorama
visual del oído, pero no pueden ver detrás del tímpano. Los signos secundarios
de infección generalmente se usan para hacer un diagnóstico, pero esto lleva a
que casi la mitad de todos los casos se diagnostiquen incorrectamente. "El
otoscopio clásico es un sistema óptico y no ha cambiado en décadas",
explica el Dr. Sandro Koch, físico de Fraunhofer IPMS, en un comunicado de
prensa. "Pero cuando está equipado con nuestro transductor de ultrasonido,
que es tanto un transmisor como un receptor, desarrolla nuevas funciones".
El nuevo transductor utiliza ultrasonido acoplado al aire
para penetrar detrás del tímpano y revelar si hay un exceso de líquido allí e
incluso caracterizar su consistencia. Este método puede ayudar a los médicos no
solo a detectar una infección, sino también a identificar cuánto ha progresado.
El transductor, denominado CMUT (transductor ultrasónico
capacitivo micromaquinado), es barato de producir y se puede miniaturizar para
que sea mucho más pequeño que las tecnologías de ultrasonido existentes.
Funciona gracias a un condensador con dos electrodos que no tienen más que aire
entre ellos. Uno de los electrodos es flexible y se utiliza para transmitir señales
ultrasónicas. Las ondas de ultrasonido que regresan golpean una pequeña
membrana que se utiliza para generar una corriente eléctrica que contiene todos
los datos necesarios para que el sistema genere una imagen.
La tecnología ya se está probando con la esperanza de que
pronto los médicos puedan diagnosticar mejor las infecciones comunes, pero mal
tratadas, del oído medio.